Por suerte o por desgracia es algo que me ha tocado hacer varias veces en mi vida: lidiar con personas manipuladoras.
Y no es precisamente fácil salir de esta situación.
Una baja autoestima, la falta de confianza en una misma, el miedo y la culpa; son emociones que suelen aflorar en situaciones donde una persona manipuladora entra en acción.
La persona manipuladora tiene una baja autoestima y, precisamente por eso, necesita manipular a otras personas para conseguir lo que desea.
La persona manipuladora aparenta seguridad en sí misma y una alta confianza. Pero no son más que las máscaras que utiliza para cubrir su heridas más profundas.
Puede ser que recurra a manipular a otras personas para así sentirse más fuerte que la otra persona.
O puede ser que utilice distintas formas para manipularte emocionalmente y conseguir lo que quiere.
Porque en el caso de que tú supongas una amenaza o impedimento para que consiga lo que desea, entonces utilizará amenazas o chantajes, velados o no, para que te sientas culpable o tengas miedo ante las posibles consecuencias de tu negativa.
Y ahí es donde radica la dificultad de lidiar con una persona manipuladora.
Quizás te quieras negar a eso que te pide pero, si te niegas, la persona manipuladora te amenaza con algo con lo que tú sientes que saldrás perdiendo o te sentirás culpable y ante esta situación, seguramente, la mayor parte de las veces acabes cediendo aún no queriendo.
Y entonces te encuentras lidiando entre el enfado o rabia de haber cedido y la culpa de las supuestas consecuencias si te opones a lo que te pide la persona manipuladora.
En esta situación tienes 2 opciones:
- Seguir frustrándote, cediendo ante las peticiones del manipulador.
- Dejar de hacerlo y asumir las posibles consecuencias.
Aquí lo que suele suceder es que quizás no estés dispuesto a asumir las posibles consecuencias y te enfades con la persona manipuladora por “obligarte” a hacer algo que no quieres.
Y la verdad es que él o ella no te obligan. Te obligas tú porque te gana el miedo de asumir las posibles consecuencias con las que te amenaza y por eso cedes.
Pero debes tener en cuenta que ahí le estás cediendo tu poder personal a la otra persona porque probablemente a partir de la primera vez que suceda esto, se seguirá repitiendo indefinidamente en el tiempo.
Y quizás seguirás pensando que no puedes hacer nada para salir de esta situación. Pero eso no es cierto. Lo cierto es que es nuestra responsabilidad, lo que hagamos o dejemos de hacer.
En todo caso deberías revisar qué te impide utilizar tu propio poder y acabar haciendo algo que en realidad no deseas hacer.
No es una elección fácil, porque en cualquiera de los casos sentirás que tienes que renunciar a algo.
Bajo mi punto de vista, ceder ante las peticiones amenazantes de una persona manipuladora, nunca es una buena decisión.
La primera vez que cedes, le estás cediendo tu poder personal a esa persona.
Le habrás dado la clave que debe utilizar para conseguir de ti lo que desee.
Y no esperes que se dé cuenta. No esperes que cambie, porque no lo hará. Él o ella utiliza la manipulación porque le funciona.
La única forma que deje de usar la manipulación contigo es que deje de funcionarle y la llave para esto la tienes solo tú.
La vida son elecciones, continuamente estamos escogiendo.
En este caso te toca escoger a ti. Hagas lo que hagas, solo te quedará asumir las consecuencias.
Si quieres tener las armas y la fuerza necesaria para lidiar con una persona manipuladora clica aquí y solicita una sesión de valoración gratuita conmigo.
Si lo prefieres aquí puedes ver los testimonios de algunas de las personas con las que he tenido el placer de trabajar.